La península de Nicoya enfrenta una grave amenaza a medida que aumenta la deforestación

Un llamado urgente a la acción para preservar los bosques de Costa Rica: Ampliando la Reserva Karen Mogensen

Por Joaquín Swett Fosmo & Patricia Slump-Mulder

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En los cinco años entre 2017 y 2022, la Península de Nicoya y Guanacaste fueron testigos de la pérdida de más del 21% de los bosques naturales, debido a un rápido aumento de la urbanización y la ganadería, según datos de la ESA y el Impact Observatory.

La península de Nicoya, una región conocida por su belleza prístina y su vibrante biodiversidad, enfrenta una crisis ambiental devastadora. Solo en los últimos seis años, se ha perdido un asombroso 21% de los preciosos bosques del área, en gran parte debido a la expansión de la ganadería y la urbanización. Las consecuencias de la deforestación son de gran alcance y afectan no solo a los ecosistemas únicos que prosperan aquí, sino también a las comunidades que dependen de los recursos naturales de la península. Como residentes preocupados de esta región, estamos unidos en nuestro urgente llamado a la acción para proteger y preservar nuestro valioso patrimonio natural.

Esta región única abarca una variedad de hábitats diversos, que incluyen lo que la comunidad científica llama un «bosque de transición tropical húmedo», manglares costeros y bosques tropicales secos. Sirve como un corredor biológico crítico entre el interior de la península y las áreas costeras que conectan con el Parque Nacional Cabo Blanco. Estos corredores facilitan el movimiento seguro de la vida silvestre, fortaleciendo las poblaciones de animales y mejorando la salud general del ecosistema.

Sin embargo, a medida que los impactos globales del cambio climático se han vuelto evidentes, hemos visto que una estación seca más prolongada se ha convertido en la norma en nuestra área, lo que exacerba aún más los efectos de la deforestación. A medida que desaparecen los árboles, se interrumpe el delicado equilibrio de las fuentes de agua de la región, lo que amenaza la existencia de numerosas especies. Las comunidades locales dependen de este preciado recurso.

La Reserva Karen Mogensen y los bosques que la rodean se erigen como un oasis de esperanza en medio del desarrollo invasor. Nombrada en honor a la fallecida Karen Mogensen, una pionera de la conservación en Costa Rica, la reserva ha sido un faro de los esfuerzos de protección de la naturaleza desde 1996. Iniciada por el visionario Luis Mena, la reserva ha protegido bosques ya existentes y ha permitido la regeneración de pastizales a través de una práctica conocida como “rewilding” que se traduciría como recuperación de la vida silvestre.

A través de la perseverancia y un fuerte compromiso con la conservación, el área de la reserva se ha triplicado a 960 hectáreas (2370 acres), pero aún queda mucho por hacer. La reserva es administrada por la Asociación Ecológica de Paquera, Lepanto y Cóbano (ASEPALECO), una ONG sin fines de lucro, que también brinda programas de educación ambiental, un programa de capacitación de bomberos, un centro de reciclaje, un albergue ecológico y una estación de investigación biológica y climática.

Hospedarse en el Ecolodge de La Reserva es solo una de las muchas formas en que puede ayudarnos a continuar protegiendo la reserva. ¡Contacte al número al final de artículo para obtener más información!

La pérdida de bosques, que se ha acelerado a tasas sin precedentes en la Península de Nicoya solo en los últimos años, ha tenido graves consecuencias para la vida silvestre. Muchas especies luchan por encontrar hábitats adecuados. La flora y la fauna autóctonas de la región se enfrentan a un futuro sombrío si no actuamos con urgencia.

Para asegurar el futuro de nuestras cuencas hidrográficas y bosques, debemos tomar medidas inmediatas. Con la ambiciosa meta de recaudar $2.7 millones antes de fin de año, la Reserva Karen Mogensen busca expandir sus áreas protegidas. Estos fondos se dedicarán por completo a la compra de bosques y pastizales vecinos para la protección, reconstrucción y restauración de nuestra biodiversidad y cuencas hidrográficas.

No lo podemos hacer solos. Buscamos el apoyo de las comunidades locales, las empresas y las personas interesadas para unir sus esfuerzos en este esfuerzo vital. Al invertir en la Reserva Karen Mogensen, no solo está protegiendo los preciosos bosques y la vida silvestre, sino también asegurando el futuro de las fuentes de agua sostenibles en el área. En última instancia, el valor de todo (propiedades, negocios, ecoturismo, etc.) en la península depende de nuestro entorno y sus recursos naturales.

La Reserva brinda protección a varias cuencas y ríos que son de vital importancia para las comunidades de la Península de Nicoya.

Es nuestra responsabilidad colectiva actuar ahora, para evitar más daños a nuestro medio ambiente y preservar las maravillas naturales que hacen de la Península de Nicoya una joya ecológica. Juntos, asegurémonos de que las generaciones futuras puedan presenciar la belleza de este paraíso biodiverso y apreciar la armonía de la naturaleza en su máxima expresión. Al crear conciencia y recaudar fondos, podemos lograr un cambio positivo y tener un impacto duradero en el futuro del patrimonio natural de Costa Rica.

¡Únase a nosotros para actuar hoy! Por favor contáctenos a través de nuestro WhatsApp en +506 8790-4950 para aprender más sobre lo que USTED puede hacer para ayudar.


The Nicoya Peninsula faces a dire threat as deforestation escalates

An urgent call for action to preserve Costa Rica’s forests: Expanding the Karen Mogensen Reserve

By Joaquín Swett Fosmo & Patricia Slump-Mulder

In the five years between 2017 and 2022, the Nicoya Peninsula and Guanacaste witnessed the loss of over 21% of natural forests, due to a rapid increase of urbanization and cattle ranching, according to data from the ESA and Impact Observatory.

The Nicoya Peninsula, a region known for its pristine beauty and vibrant biodiversity, is facing a devastating environmental crisis. In the past six years alone, a staggering 21% of the area’s precious forests have been lost, largely due to the expansion of cattle ranching and urbanization. The consequences of deforestation are far-reaching, affecting not only the unique ecosystems that thrive here, but also the communities that depend on the peninsula’s natural resources. As concerned residents of this region, we stand united in our urgent call for action to protect and preserve our valuable natural heritage.

This unique region encompasses a range of diverse habitats, including what the scientific community calls a «humid tropical transition forest», coastal mangroves, and dry tropical forests. It serves as a critical biological corridor between the interior of the peninsula and the coastal areas connecting to Cabo Blanco National Park. These corridors facilitate the safe movement of wildlife, strengthening animal populations and enhancing the overall health of the ecosystem.

However, as the global impacts of climate change have become evident, we’ve seen a longer dry season become the norm in our local area, further exacerbating the deforestation. As trees vanish, the delicate balance of the region’s water sources is disrupted, threatening the existence of numerous species. Local communities depend on this precious resource.

The Karen Mogensen Reserve and the forests around it stand as an oasis of hope amid the encroaching development. Named after the late Karen Mogensen, a conservation pioneer in Costa Rica, the reserve has been a beacon of nature protection efforts since 1996. Initiated by the visionary Luis Mena, the reserve has protected standing forests and allowed for the regeneration of pasture lands through a practice known as rewilding.

Through perseverance and a strong commitment to conservation, the reserve has tripled in area to 960 hectares (2370 acres), but there is still much to be done. The reserve is managed by the Ecological Association of Paquera, Lepanto, & Cóbano (ASEPALECO), a nonprofit NGO, which also provides environmental education programs, a firefighter training program, a recycling center, an ecolodge, and a biological and climate research station.

Staying at the Ecolodge in the KMR is just one of the many ways you can help us continue to protect the reserve. Contact the number at the end of the article to find out more!

The loss of forests, which has accelerated to unprecedented rates in the Nicoya Peninsula in the last few years alone, has had severe consequences for wildlife. Many species struggle to find suitable habitats. The region’s native flora and fauna face a bleak future if we do not act urgently.

To secure the future of our watersheds and forests, we need to take immediate action. With an ambitious goal to raise $2.7 million before the end of the year, the Karen Mogensen Reserve seeks to expand its protected areas. These funds will be dedicated entirely to purchasing neighboring forests and pasture lands for protection, rewilding, and restoring our biodiversity and watersheds.

We cannot do it alone. We seek the support of local communities, businesses, and concerned individuals to join hands in this vital endeavor. By investing in the Karen Mogensen Reserve, you are not only protecting precious forests and wildlife, but also securing the future of sustainable water sources in the area. Ultimately, the value of everything (properties, businesses, ecotourism, etc.) in the peninsula depends on our environment and its natural resources.

The KMR provides protection for several watersheds and rivers which are of vital importance to the communities of the Nicoya Peninsula.

It is our collective responsibility to act now, to prevent further damage to our environment, and to preserve the natural wonders that make the Nicoya Peninsula an ecological jewel. Together, let us ensure that future generations can witness the beauty of this biodiverse paradise and appreciate the harmony of nature at its best. By raising awareness and raising funds, we can bring about positive change and make a lasting impact on the future of Costa Rica’s natural heritage.

Join us in acting today! Please contact us via our WhatsApp at +506 8790-4950 in order to learn more about what YOU can do to help.

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